Icono del sitio Isabel Moreno

El cambio climático afecta a la cerveza

El 7 de agosto se celebra el Día Internacional De La Cerveza, ¿sabías que en un futuro no demasiado lejano no disfrutaremos igual de ella como consecuencia del cambio climático? Esto es MUY FUERTE y tenéis que saber por qué, así que ¡os lo cuento por aquí!

Sin filtros: El cambio climático hará que en un futuro disminuya la producción de cerveza, podrá saber distinta y, además, será más cara. ¿Cómo os quedáis?

Comencemos con lo primero. ¿Cómo que vamos a tener menos? El cambio climático está provocando que los fenómenos meteorológicos extremos cada vez sean más extremos, por lo que veremos inundaciones más potentes pero también sequías más graves, olas de calor más intensas…algo que afecta directamente a los cultivos mermando su productividad, haciendo más difícil su supervivencia. Por supuesto, los cultivos de lúpulo o cebada, ingredientes principales de la cerveza, no están al margen de estos efectos.

Respecto a la cebada, un estudio estimó que la pérdida de campos de este producto estará ente el 3 y el 17% como consecuencia de más sequías y más calor . Y, ¿qué pasa con el lúpulo? Estos cultivos son especialmente sensibles a eventos extremos: necesitan temperaturas suaves, humedad moderada…vamos, que llevan regular eso de los extremos.

Por tanto, los fenómenos meteorológicos extremos provocarán la pérdida de cierto porcentaje de producción de cebada y lúpulo. Si tenemos menos material para fabricar cerveza, su precio final subirá. ¿Cuánto? Pues depende de la zona y cómo nos comportemos, pero por ejemplo, según un estudio, en Irlanda el precio podría llegar a duplicarse, o más…(¡AY LA GUINESS!)

¡Y no sólo se trata de cultivar! Si fabricamos la cerveza de una forma artesanal, necesitamos unas condiciones de temperatura ambiente determinadas para su fermentación. Una temperatura ambiente que está subiendo como consecuencia del cambio climático. Esto es algo que investigaron en una conocida fábrica de cerveza de Bruselas, Brasserie Cantillón, donde estiman que para finales de siglo el periodo en el que se registran las condiciones óptimas para la fermentación de la cerveza se reducirá unos 70 días al año (unos 90 en total). ¡Y no hay que irse al futuro para ver que esto está ocurriendo! Según ese mismo estudio, el cambio de las temperaturas ya ha hecho que en esta mítica fábrica, el número de días con las condiciones óptimas para elaborar cerveza haya disminuido de 165 en 1900 a 140 actualmente.

¿Solución? Generar estas condiciones de forma artificial (lo que podría alterar el sabor de las que están produciéndose de forma natural) o buscar esas condiciones climáticas en otro lugar. Claro, que esto también es válido para los cultivos de cebada o lúpulo que van a tener que desplazarse para encontrar sus condiciones de crecimiento óptimas.

Nota: si esto ocurre, también estaríamos hablando de tener «Riberas del Duero» o «Riojas» produciéndose en regiones distintas a su denominación de origen 😉 pero hoy no toca hablar del vino.

¡Y ya voy terminando! Desde luego, el impacto del cambio climático en la producción de cerveza no es lo más grave que puede pasar…pero nos muestra que la crisis climática afecta hasta a nuestros brindis. Cuidemos el planeta para seguir llenando nuestras jarras como hasta ahora. ¡Nos vemos en el próximo artículo!

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