Si buceamos en algunos lugares del planeta, veremos que el océano no es azul, sino que tiene una paleta de colores impresionante y que el cambio climático la está decolorando. La ciencia puede ayudar a restaurar esta obra de arte… pero tal vez no lo suficiente. Os cuento.

Pero antes de arrancar al 100%, como siempre, os dejo el artículo en el que está basado este texto, de Barott K.L., et al. 2021 “Coral bleaching response is unaltered following acclimatization to reefs with distinct environmental conditions

Los arrecifes de coral: pocos, fundamentales y altamente vulnerables.

Ahora sí, ¡vamos! Los océanos se están calentando y esto va más allá de que “el agua esté más calentita” cuando nos bañemos. El aumento de sus temperaturas y de las olas de calor marinas está afectando mucho a algunos organismos que viven en el agua, como los corales. A pesar de que los arrecifes de coral no ocupan ni el 1% de la superficie oceánica, hasta el 25% de las especies marinas dependen de ellos. Esto hace que, además de preciosos, sean clave en el océano… pero resulta que son tremendamente vulnerables. Os cuento un pelín lo que les pasa:

Hay un tipo de coral, el que genera los arrecifes, que tiene un esqueleto duro formado por carbonato de calcio. ¡Ese esqueleto es blanco! Lo que ocurre es que esos corales no viven solos, sino que lo hacen en simbiosis con unos seres llamados zooxantelas. Estos seres, además de darles colores preciosos, les aportan nutrientes a los corales. Pero no les acompañan de forma incondicional…  si sube mucho la temperatura, se van y “le quitan” el color, dejándolos blancos. Es lo que conocemos como “blanqueamiento del coral”.

Y no sólo eso… ¡también les dejan sin tantos nutrientes! Como imaginaréis, esto tiene grandes consecuencias: los corales pueden llegar a morir y, además, esto afecta a las funciones de TODO el ecosistema. Un ecosistema, recordemos, que alberga muchísimos seres y es muy vulnerable. De hecho, así aparece en el Informe Especial-1.5ºC del IPCC, donde se indica que limitando la subida de temperaturas a 1.5ºC, desaparecerán entre el 70 y 90% de los corales de aguas cálidas que existen actualmente. Si sube a 2ºC, lo hará el 99%.

Fig.3.18 IPCC SR.1.5

(Claro, es que los corales están ahí quietos y no pueden huir si el agua está más caliente). Pero, ¿no existe forma de recuperarlos o no existen corales que se estén adaptando a las altas temperaturas? Pues la respuesta según el artículo que he referenciado al principio es…. ¡que sí!

Recuperando corales

A raíz del blanqueamiento de coral en Hawaii en 2015 (que fue IMPRESIONANTE, con alrededor de la mitad de los arrecifes afectados) este grupo de investigadores identificaron algunos grupos de corales que habían sobrevivido al blanqueamiento y se preguntaron si podían usarlos para “trasplantarlos” a otros lugares. Sobre papel esto puede parecer muy fácil… pero, a la hora de coger un coral resistente y llevarlo a otro lugar, podía ocurrir que el cambio de hábitat le hiciera perder esa habilidad (claro, es que ni la luz del sol, ni nutrientes etc van a ser iguales en ese nuevo emplazamiento)

Así que lo que hicieron fue identificar y monitorizar la salud de 10 colonias que resistieron al blanqueamiento en 2015 en dos arrecifes, uno cercano a la costa y otro más alejado. Pasado un tiempo, “trasplantaron” parte de esas colonias tanto en su mismo arrecife como en el otro. ¡Y funcionaba! Además, encontraron que los corales que inicialmente estaban en la zona más alejada de la costa, con más flujo de agua/nutrientes y que crecían más rápido, continuaban creciendo bastante rápido en el otro lugar (que a priori era más hostil para ellos).

Y esto no acaba aquí: más tarde cogieron parte de esos corales trasplantados y los llevaron al laboratorio. Ahí se les empezó a someter a más altas temperaturas para ver si seguían teniendo esa resistencia al blanqueamiento. Y la tenían.

Una solución optimista… pero con moderación.

¡Así que habían encontrado una posible solución para regenerar arrecifes dañados! Algo tremendamente prometedor… pero que hay que tomar con optimismo moderado tal como señalaba Kate Barott, la autora principal del artículo, al decir lo siguiente respecto a esta técnica: “puede darnos algo de tiempo (…) pero necesitamos acción climática global porque incluso estos corales resistentes no sobrevivirán si el océano sigue calentándose al ritmo actual” (está en este link)

A nivel personal, esta declaración me parece súper importante: no debemos perder el foco de las acciones principales y urgentes que debemos tomar para mitigar el problema. Necesitamos investigación y tecnología para recuperar ecosistemas, sí. Pero no podemos arriesgarnos a que lleguen tarde. ¡Y ojo! Esto es sólo uno de los problemas a los que se enfrenta el océano. Podríamos estar horas y horas hablando de ellos y de la importancia que tienen para nuestras vidas. Absorben mucha energía, mucho CO2, nos dan mucho oxígeno, son parte fundamental de nuestro clima…

En definitiva, la salud de los océanos es la salud del planeta y debemos prestar atención a todos sus problemas a la vez. No servirá de nada, por ejemplo, tener un océano limpio de plásticos si es mucho más cálido o ácido o se han destrozado ecosistemas por las actividades humanas.

¡Y termino! Como veis, la ciencia y tecnología pueden darnos algo más de tiempo en estos temas, pero hay que tomar ese optimismo con mucha moderación… no perdamos el foco de las raíces de los problemas y seamos ambiciosos con las soluciones. ¡Gracias por leer y compartir!


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